Dios anuncia su plan de enviar al Mesías, descendiente de David y eterno rey.


Aún a pesar de que los pecados del pueblo de Israel traerán destierro y sufrimiento, Dios anuncia su plan de salvación para Israel y todos los pueblos de la tierra enviando al Mesías que nacerá en Belén de una mujer.

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Explicación del libro:

El aumento de la idolatría y el paganismo fueron amenazas significativas para la estabilidad de la Alianza que Dios estableció con su pueblo. Al expresar su mensaje profético, Miqueas usa el patrón tradicional de comenzar con un mensaje de destrucción inminente, pero agrega que la fatalidad puede evitarse si la gente de Judá se arrepiente y regresa al Señor. Es por eso que Miqueas contiene dos temas predominantes: 1) Juicio: la primera parte actúa como una advertencia a Judá para que no se comporte como lo ha hecho el reino del norte. 2) Esperanza: la segunda parte del libro, predice el exilio y posterior restauración. Dios a pesar de la infidelidad del pueblo, es y será siempre fiel y va a salvar definitivamente al pueblo de Israel y a todos los hombres.

El libro en contexto:

Miqueas comparte con el profeta Isaías (su contemporáneo) una preocupación constante por el declive moral y espiritual del reino de Judá. El centro de su preocupación es la infidelidad de los judíos por la promesa del pacto que fue la Alianza de Dios con su pueblo Judá. El texto del profeta Miqueas es del siglo VIII antes de Cristo. Se sabe muy poco acerca del profeta a quien se le atribuye el libro de Miqueas. El texto también puede entenderse como un producto del período exílico o post-exílico, que funciona como una reflexión de la experiencia de exilio y retorno del pueblo judío a la tierra de Israel, ya que el autor asume que Jerusalén y el templo han sido destruidos y que el exilio babilónico ha tenido lugar, sucesos ocurridos en el siglo VI.

Plan de Lectura: Libro del Profeta Miqueas

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Plan de Lectura - 4 días

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Comentario


La primera parte tiene que ver con el juicio de una persona pecadora (pueblo). La predicción del destino inminente de Samaria se realizó antes de 722 a.C., mientras que el oráculo que sigue probablemente data de 701 a.C y la invasión de Senaquerib. Los capítulos 2 y 3 documentan los pecados cometidos por el pueblo de Judá, donde Amós y Oseas estaban preocupados por la idolatría que plagó y eventualmente destruyó el reino del norte. Miqueas centra sus quejas en las injusticias sociales que estaban causando estragos en el reino del sur. Ataca a los ricos que explotan a los pobres y denuncia a los comerciantes, jueces y sacerdotes corruptos, así como a los falsos profetas. La ira especial se guarda para los sacerdotes y profetas debido a que no cumplen con sus tareas divinamente designadas de dirigir al pueblo. Los acusa de contribuir directamente a la decadencia moral de Samaria y también de Jerusalén. Una vez más, al igual que sus profetas contemporáneos, Miqueas ve que los juicios divinos son ejecutados sobre el pueblo de Dios por una nación extranjera y pagana.

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Comentario


En la segunda parte del libro de Miqueas encontramos 2 profecías: una en el capítulo 4 donde promete un reino futuro en Sión que reinará sobre todos los pueblos de la tierra, donde habrá un juicio universal, donde reinará la paz, donde todos “nosotros caminaremos en el nombre de Yahvé, nuestro Dios para siempre jamás” (4, 5). El profeta Miqueas anuncia a Dios como el buen pastor que reunirá a todas las ovejas descarriadas y Dios será el rey eterno sobre todo su pueblo reunido en torno a Él. Luego el profeta Miqueas anuncia el destierro del pueblo judío a Babilonia, pero también les anuncia que Dios tiene un plan de restauración. En el capítulo 5 leemos la segunda profecía que es muy importante porque anuncia el lugar donde nacerá Jesús, el Mesías. Incluso si Jerusalén cae en el destierro y el exilio, todavía hay esperanza para un momento posterior, ya que finalmente un rey de la descendencia de David vendrá de la ciudad natal de David: Belén: “Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad. ”(Miq 5, 2). Mateo cita esto como una profecía que especifica el lugar de nacimiento del Mesías (Mateo 2, 6). Tan importante como esta, es la profecía que anuncia que Jesús, el Mesías va a nacer de una mujer (María): “Él los abandonará hasta el tiempo en que de a luz la que ha de dar a luz” (5, 3). San Pablo usando esta profecía escribirá: “Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley” (Gal 4, 4).

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Comentario


“La tercera parte es una escena de juicio en la que Dios actúa como fiscal presentando un caso contra su pueblo. Cuando se le pregunta cómo la gente debe adorar y dar sacrificios, la respuesta es una declaración poderosa: “Él te ha mostrado, oh hombre, lo que es bueno; y lo que el SEÑOR requiere de ti, sino hacer justicia, y amar la bondad, y caminar humildemente con tu Dios ”(6, 8).
La predicción de Miqueas de una catástrofe para Jerusalén todavía se conocía un siglo después, cuando las palabras similares de Jeremías le estaban ganando la amenaza de la muerte (Jer 26, 18). Para Miqueas la caída de Jerusalén era inevitablemente oscura, debido a la corrupción generalizada de la idolatría y el colapso moral del reino. Su llamado al arrepentimiento y la reforma tocó el corazón del rey Ezequías y lo llevó al arrepentimiento (Jer 26, 16–19).”

Oración


Señor, gracias por regalarnos el libro del profeta Miqueas que nos recuerda que Dios es nuestro Rey, Mesías y Buen Pastor. Dios nos sigue recordando que a pesar de nuestros muchos pecados, Dios nos envió a Jesús, el Mesías y nuestro salvador, que nació de María en Belén. Te pedimos Señor la gracia de nuestra conversión, arrepentimiento y restauración como Hijos de Dios. ¡Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a crecer en la fidelidad y amor a nuestro Señor Jesucristo el Mesías prometido! Todo esto te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.