Condena y esperanza de Jerusalén


Dios usará a pueblos vecinos para purificar a Israel.

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Explicación del libro:

El libro de Isaías es de los libros del Antiguo Testamento más leídos en la liturgía católica. Muchos consideran que el libro tiene tres partes, tres autores. La primera parte va del capítulo 1-39, y trata de rebelión y purificación. En todo el libro vemos cómo Isaías habla una y otra vez del pecado de Israel, su castigo y la debida purificación que llegará, la cual empieza en el segundo libro, capítulo 40. Constantemente habla de la antigua Jerusalén y la nueva Jerusalén, pues la vida del hombre es un constante pecar y renovarse. La rebelión del pueblo tiene una consecuencia: Dios se valdrá de naciones poderosas para llegar a destruir a Israel si éste no se arrepiente y vuelve al Señor. Pero el profeta siempre muestra esperanza: de un pueblo talado como un árbol saldrá el tronco de Jesé. De ahí vendrá la renovación para alcanzar la promesa de una nación (Génesis 12), para obedecer la ley (Ex 19) y para construir una casa nueva (2 Sam 7).

El libro en contexto:

La primera parte del libro de Isaías se sitúa antes del exilio a Babilonia que tanto dolió al pueblo de Israel. Fue el momento más doloroso y desgarrador para el pueblo. Es el símbolo del pecado en el alma que se ha dejado atraer por las seducciones, la idolatría y la inmoralidad. Este primer libro muestra un mensaje de purificación por haber buscado protecciones de otras naciones (Egipto=pasiones) y no descansar del todo en el Señor (El Señor es mi roca y salvación), pero va mucho más allá con esperanza para prometer que un Mesías será dado, y Él será Príncipe de Paz.

Plan de Lectura: I ISAÍAS

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Plan de Lectura - 18 días.

Lectura Diaria


Comentario


Mira bien cómo desde un inicio el profeta condena la infidelidad de Israel. El lenguaje muestra ruptura de la alianza al decir “no me conoce”, pues en una familia todos se conocen. Hay idolatría y confusión, pero también hay perdón y esperanza (Is 1, 18). En el cap. 2 habla de cómo podrá haber conversión, podrá haber días futuros de luz.

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Comentario


De nuevo vemos el ciclo: condena y esperanza, pecado y perdón. Pues así somos: santos y pecadores, pecadores y santos. Condena a Jerusalén en el cap. 3, pero en el cap. 4 habla del retoño de Jesé, de una leve posibilidad, de un comienzo modesto. Y en el cap.5, vemos un Dios enternecido que reclama tan poca respuesta a tanto amor.

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Comentario


Isaías tiene una visión del Señor sentado en su trono, y es santo, santo, santo. Baja una brasa ardiente, pero no para destruir, sino para encender. Es la Eucaristía (Is 6, 6-7). Se entrega para hacer reaccionar al pueblo. Isaías empieza a intervenir y condenar al rey del momento, Ajaz.

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Comentario


Isaías habla ya del Mesías. El Emmanuel es prometido para sustituir al rey actual. Por supuesto, es un texto que va más allá del tiempo presente, que apunta a un hecho no resuelto y que tiene solución en un futuro. Habla de una luz cegadora, de un hombre que traerá señorío: promesas…

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Comentario


Siguen las condenas, y sigue la luz presente. Siempre es así la vida. Habla Isaías contra el rey de Asiria, pero habla de un pequeño resto, de la confianza en Dios… Asiria es el invasor, como lo es el pecado en nuestra vida. Y en el cap. 11 encontramos un texto descriptivo del Mesías, del Emmanuel, de esperanza. El cap. 12 es una oración de alabanza al Señor.

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Comentario


Gritos sobre los pueblos extranjeros y las amenazas siguen. Encontramos aquí lamentaciones, pero la fuerza de Dios siempre triunfa (Is 15, 27).

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Comentario


Los oráculos contra las naciones es el nombre que se le da a estos gritos contra las naciones. Ellas son pueblos extranjeros, y no la viña del Señor, no la tierra prometida, no el camino hacia Dios. Por ello, el profeta maldice y condena a esas naciones.

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Comentario


Más oráculos contra pueblos: Babilonia, Egipto… pero de nuevo, en medio de la oscuridad, aparece la luz. Se hace mención de la presencia de Dios incluso entre los pueblos paganos (Is 19, 20). Un altar eregido en Egipto.

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Comentario


Siguen los improperios, condenas y advertencias sobre más y más pueblos extranjeros. Israel debe quedarse en casa, debe volver al Señor y no distraerse afuera.

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Comentario


Guerra y paz, condena y festejo. Siguen los ciclos de destrucción para el pueblo, seguidos después por un festín divino, con vinos generosos…

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Comentario


Cantos de victoria para la Viña de Yahvé (Israel), castigo para el pueblo opresor y perdón para Israel.

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Comentario


Poemas, no siempre positivos, suceden a los anteriores. La condena de Jerusalén sigue, entre advertencias y esperanza. Hay promesa de un Templo, al mismo tiempo que hay lamentación porque el pueblo tiene su corazón lejos del Señor (Is 29, 13).

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Comentario


Hay acercamientos con Egipto y Asiria, y nuestro profeta levanta su queja. ¡No puede ser! No juntarse con esas naciones. Les dice: “Ya se te ocultará tu Maestro” (Is 30, 20)

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Comentario


Las promesas se intensifican en favor de un buen rey. Pero el pueblo sigue en su inmoralidad. El profeta, por tanto, sigue condenando sin parar, buscando un cambio, ofreciendo siempre una promesa y dando esperanza.

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Comentario


Para los que perseveran, hay promesa del Mesías sanador, quien liberará de toda opresión.

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Comentario


Con el nuevo rey Ezequías, vuelve el peligro, invasor de Asiria. Isaías interviene y le dice que no busque ayuda, que combata él mismo.

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Comentario


Isaías avisa con claridad a Ezequías que se viene Babilonia y que eso será una época muy triste. Este peligro asecha a Israel. Todo esto se resolverá en II Isaías.

Oración


Señor, que el patrón de pecado y esperanza de Israel sea una muestra de lo que ocurre con mi alma. Enséñame cómo Tú eres mi roca y salvación, y no debo buscar en otras partes un consuelo que no seas Tú.