Dios abandona su Templo
La última palabra no la tiene el mal, sino Dios que es El Bien.
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Explicación del libro:
Ezequiel es uno de los grandes libros proféticos. El es sacerdote y está “acampando” con los israelitas que están en el exilio. ¿Qué mensaje les da? Uno triste, negativo… pero justo, pues el pueblo ha sido terriblemente infiel. Otro positivo, que al final, Dios es fiel, ¡esto es tan judeo-cristiano! Por tanto, ¡hay esperanza! La última palabra no la tiene el mal, sino Dios, que es el Bien. Por la rebeldía del pueblo de Dios y sus idolatrías, Ezequiel tiene una visión del Templo y cómo Dios lo abandonará en el capítulo 11. El “Carro de Yahvé” se irá de su presencia. ¿Para qué estar con los hombres, si éstos me rechazan? Y ellos piensan: ¿pero será que vuelve? Y eso es lo que la segunda parte del libro nos va a decir. Que Dios promete darles un corazón nuevo, en una ciudad nueva y con un templo nuevo. Dios va a traer salvación a Israel, a las naciones y a toda la creación. Ezequiel, como leeremos, es un escrito sumamente rico en simbolismo, y claramente conecta con Génesis en sus imágenes. Esto para mostrar que Yahvé es Dios universal, y no sólo de Israel.
El libro en contexto:
El libro es el tercero más largo de los grandes profetas y se sitúa en tiempo del exilio. Similarmente a Isaías y Jeremías, mucho del libro son lamentaciones por la infidelidad del pueblo: escándalos, idolatría, confusión social… y las alegorías y metáforas se parecerán a las de otros profetas menores. Pero las lamentaciones no tienen la última palabra. La esperanza sí que la tiene. Y por ello, Ezequiel termina su libro con un título que se asemeja al “Emmanuel”, que como sabemos, es Dios con nosotros. El termina con: “Dios está ahí”.
Plan de Lectura: EZEQUIEL
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Plan de Lectura - 25 días.
Comentario
Ezequiel está entre los deportados, los israelitas que han sido forzados fuera de Israel. Y Dios se le aparece y le muestra el “Carro de Yahvé”, que es Su Presencia, su Gloria. Le da de comer un libro que contiene el mensaje profético de Dios, sus palabras. Le pide que vaya a hablar a Israel, pueblo rebelde. Lo primero que ve en él son lamentaciones, gemidos y ayes (Ez 2, 10).
Comentario
El profeta nuevamente es impulsado por Dios. Le dice: debes hablar, eres centinela del pueblo. Si no hablas, te pediré cuentas de la sangre del pueblo. Y así, empiezan imágenes de Ezequiel de todo lo que ocurrirá al pueblo. Todo esto para dejar claro al pueblo de todo lo que ocurrirá a Israel si no deja sus malos caminos.
Comentario
Visiones y visiones siguen apareciendo. No sólo se refieren al presente, sino a los años de infidelidades que vienen desde sus padres. Le dice: “Nadie te va a escuchar”. Todo es oscuro e insípido para el pueblo a estas alturas. Todo es lamentación. Así nos sentimos los hombres cuando el pecado es todo lo que probamos.
Comentario
Siguen apretando las malas predicciones, puesto que el pueblo no recapacita. Todo es desolación y tristeza para ellos. Incluso ancianos y mujeres no hacen sino pecar. Lo físico de la deportación se une con la desesperación de lo espiritual. ¡Y cómo se parece esto a nuestras vidas! Cuando el pecado nos invade, el cuerpo es afectado. De pronto, en Ez 10, la gloria de Dios abandona el Templo. ¡Esto sí es terrible!
Comentario
Muchas veces vemos una pequeña luz en el camino, pero sabemos que aún el dolor no acaba. Aquí igual. En el capítulo 11 hay una gran promesa de un retoño que salvará, que hará su “presencia entre nosotros”, pero aún falta. Éste cambiará el corazón duro a corazón de carne, como escuchamos en Génesis. Pero Dios está pidiendo justicia.
Comentario
Aunque verás que siguen ahí las lamentaciones, quiero que especialmente te detengas en el capítulo 16. Ahí, entre los versículos 6 y 19, verás imágenes que muestran la tristeza de Dios: “Te vi con sangre”; “cubrí tu desnudez”, “puse anillo en tu nariz”, pero “te prostituiste”. Prostituta fue Israel, y por ello en oscuras épocas de la Iglesia, a Ella misma se la ha llamado prostituta. La Iglesia es el nuevo pueblo de Dios.
Comentario
Largos discursos aparecen con alegorías donde la pregunta puntual parece decir: ¿Se arrepentirá? La vida pregunta al destino si Israel será capaz. Mientras tanto, se ve cómo Dios necesita que el pueblo sea castigado para que haya lección aprendida. Pero claramente se ve que Dios no quiere el castigo por malo, sino para sanar (Ez 18, 23). Dios quiere que el pecador se arrepienta.
Comentario
Recuerda que Israel es vehículo de salvación. Es a través de Ella por donde Dios ha de salvar. Ahora que ella ha sido condenada, leemos como otros pueblos también reciben la condena de Dios. Es como si el “splash” de la piscina pequeña ahora ha ido a ser un “splash” del lago. Ahora son las naciones las que reciben condena de parte de Dios.
Comentario
Dios pronuncia condena ante las naciones, empezando por Tiro y Sidón. Pero no sólo ellas. Y ahí vemos cómo la condena de Dios no es sólo para quien había recibido la ley (Moisés), sino para todos. En cada hombre está inscrita la ley de Dios, como bien dice San Pablo a los Romanos.
Comentario
Como Jeremías, en este capítulo (33) empieza ya la posibilidad, el deseo ardiente de Dios de que el pueblo rectifique, de que se arrepienta. Repite lo dicho antes en los primeros capítulos: “No quiero la muerte del malvado, sino su conversión”. El profeta recibe palabras de consuelo de Dios. El Cap. 34 es fascinante. No te distraigas. Mira cómo habla contra los pastores malos, mira cómo promete un nuevo Rey, un David… alguien que hará que todas las bestias feroces desaparezcan.
Comentario
Este capítulo lo he escuchado mucho antes, especialmente en la Misa. Habla de la libertad, de quitarles un corazón de piedra para darles un corazón de carne. Las promesas de esperanza empiezan a aparecer más y más. Dios promete sanar, curar, lavar… pero el hombre debe hacer algo.
Comentario
El estado de Israel es como de huesos secos, de muerte. Pero con la ayuda el Espíritu, Dios hará soplar para que esos huesos cobren vida, que nazca la carne de nuevo… y así, el profeta describe tener ante sí mismo cuerpos vivientes. A esto está llamado el pueblo, a ser el cuerpo viviente de Dios.
Comentario
GOG: ¿qué es? Gog es una palabra que habla de un rey simbólico. Aquí se conecta con el capítulo 10 de Génesis, en donde hubo una rebeldía contra Dios. Ahora pide Dios rebeldía contra Gog, que es un símbolo de idolatría y rebelión del hombre contra su Dios. Es una representación de la maldad en el mundo y en el corazón de cada hombre. OJO: aquí aparece de nuevo una visión, la visión del Templo de Dios que se restaura. La descripción es bien detallada.
Comentario
Aquí fíjate cómo retorna la gloria de Israel. Muchas imágenes del profeta aparecerán ahora, y éstas estarán relacionadas con el Génesis, con el río que fluye del Templo (Génesis-creación-templo) y con cómo la tierra resplandece. La derrota, el pecado, la tristeza, no tienen ya la última palabra. Está ya en el templo. Aparecen de nuevo los sacerdotes, los ministros.
Comentario
La fuente del Templo, el costado de Cristo en la cruz, y las imágenes litúrgicas muestran cómo no estamos hechos para lo terreno. Es la gloria de Dios lo que anhela el corazón humano. Los peces que abundan recuerdan al Nuevo Testamento y cómo Dios ha venido para todos, pues dijo a Pedro: “De ahora en adelante serás pescador de hombres” en una Iglesia destinada al universo entero. Ahora sí podemos decir, como termina el libro: “Dios está ahí”.
Oración
Señor, Ezequiel es sin duda un libro que es una radiografía de la salvación. El hombre peca, tú lo amonestas y dejas que aprenda, y finalmente se restaura tu plan. Te pedimos, al terminar el libro del profeta Ezequiel, que hagas que en nuestra vida espiritual el río del costado del Templo fluya en nosotros, que es el agua del costado de Cristo que nos lava del pecado eterno, y que podamos recuperar algún día la gloria que nos fue prometida en el bautismo.