El verdadero sentido de la vida


El libro del Eclesiastés nos recuerda sobre la vanidad de las cosas humanas, este es el mensaje central. Lo que es increíble es que a pesar de los años que han pasado, esta es una verdad que se repite, porque la esencia de la persona humana es la misma, ayer, hoy y siempre, desde que Dios creó al primer hombre y a la primera mujer, y la seguirá siendo por siempre. Porque la naturaleza del hombre es la misma. Estamos hechos con un profundo deseo de ser felices, pero nada nos va a satisfacer de verdad hasta que nuestra alma y todo nuestro ser descansen en Dios como dijo San Agustín. La primera parte del libro nos recuerda como nada material y humano puede hacernos felices, porque todo es vanidad. En la segunda parte del libro vemos como sólo en Dios encontramos el sentido de nuestra vida y de todo los que somos y hacemos.

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El libro en contexto:

Históricamente el autor de este libro es identificado en Ecl 1,1 como el “hijo de David y rey de Jerusalén,” por lo que se lo asocia con Salomón, a quien claramente el libro alude en Ecl 1, 16; 2, 7-9. Salomón es considerado el más ilustre de los sabios de Israel. Los estudiosos modernos, dudan de que el autor verdadero haya sido Salomón. Algunos creen que fue escrito por su discípulo, otros creen que hubo más de un autor. A este libro se le ubica dentro del género de los libros sapienciales del AT junto con los libros de Job, Proverbios y Sabiduría.

Explicación del libro:

Este libro del Antiguo Testamento en hebreo se llama: “Palabras de Cohélet, hijo de David, rey de Jerusalén”. La palabra Cohélet ( o “Qohélet”, por eso este libro se puede encontrar abreviado con las letras Ecl o Qo), no es un nombre propio, sino un nombre común empleado a veces como un artículo, y aunque su forma es femenina, se construye como masculino. Según la explicación de la Biblia de Jerusalén, se refiere a un nombre de función y designa al que habla en la asamblea (qahal en hebreo, que en Griego se llama: ekklesía). Es por eso que el título de este libro en latín y en español, fueron tomados del la Biblia Griega. Por eso podemos decir que Cohélet podría traducirse como el “predicador” que está escribiendo para toda la comunidad.

Plan de Lectura: ECLESIASTÉS

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Plan de Lectura - 7 días

Lectura Diaria


Ecl 1: prólogo y la vida de Salomón.

Ecl 2: prólogo y la vida de Salomón.

Comentario


Este libro comienza hablando sobre el el tema central del todo el libro: “”vanidad de vanidades, todo es vanidad”” (1, 2). Se cuestiona el predicador que, como un filósofo, se pregunta por el sentido de nuestra vida, del sufrimiento, de la monotonía que evoca lo ilusorio de la cosas que nos engañan porque con el tiempo nos damos cuenta que no nos llenan como en un principio habíamos creído. Esta es una gran desilusión! Este es un libro para leer con mucha tranquilidad, leyendo y releyendo los versículos más de una vez y meditarlos. En el versículo 12, identifica al autor con el rey Salomón, quien hace un ejercicio de observar nuestra vida, la vidad de todos los hombres y refleccionar. Descubriendo que “”He visto todas las obras que se han hecho bajo el sol, y he aquí, todo es vanidad y correr tras el viento”” (1, 14). En el capítulo 2, el autor reflexiona sobre cómo el corazón del hombre, en busca de su sentido y deseando la felicidad eterna, busca en lugares y cosas equivocados como el placer, la riqueza, los bienes materiales, las pasiones desenfrenadas, descubriendo nuevamente que “todo es vanidad y correr tras el viento” porque nunca vamos a alcanzar la felicidad eterna en cosas efímeras y pasajeras.

Lectura Diaria


Ecl 3: hay un tiempo para cada cosa.

Ecl 4: somos seres en relación.

Comentario


El capítulo 3 comienza con este hermoso poema sobre nuestro tiempo: “”Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo: tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado”” (3, 1-2). La pregunta que me viene es: ¿Cuál es el sentido de nuestro tiempo?, ¿Qué saca el trabajador de aquello en que se afana (con tanta fatiga)? (3, 9). Esta reflexión tiene que conducirnos a Dios: “”He visto la tarea que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que en ella se ocupen”” (3, 10). Ahora bien ¿Cuál es esta tarea? El autor dice que Dios: “”ha hecho todo apropiado a su tiempo. También ha puesto la eternidad en (nuestros) corazones, sin embargo el hombre no descubre la obra que Dios ha hecho desde el principio y hasta el fin”” (3, 11). Dios nos dio un corazón sediento de una felicidad eterna y profunda. Sin embargo, perdemos nuestro tiempo si intentamos buscar nuestra felicidad en la cosas pasajeras. Por eso, qué importante es reflexionar diariamente con la Palabra de Dios para no perder nuestro rumbo! En el capítulo 4, vemos cómo nuestra relaciones con los demás pueden ser vacías y llenas de vanidad, sin el sentido que le da Dios a todas las cosas.

Lectura Diaria


Ecl 5: el control de nuestras palabras y el sentido de acumular dinero y cosas materiales.

Ecl 6: el control de nuestras palabras y el sentido de acumular dinero y cosas materiales.

Comentario


En el capítulo 5, el autor reflexiona sobre lo que decimos con nuestra boca y nuestras palabras. Qué importante es controlar nuestras palabras, como dice la carta de Santiago 3, 1-12. El autor dice: “”No permitas que tu boca te haga pecar”” (5, 5). Acá también es tiempo de reflexionar sobre el dinero, cuando lo usamos erróneamente para satisfacer nuestro deseo de felicidad eterna y sentido en nuestras vidas. La acumulación de dinero y cosas materiales, “”El que ama el dinero no se saciará de dinero, y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias. También esto es vanidad”” (5, 10). “”Hay un grave mal que he visto bajo el sol: las riquezas guardadas por su dueño para su mal”” (5, 12). La realidad que descubrimos cuando reflexionamos sobre la acumulación del dinero y las cosas materiales es que: “”Como salió del vientre de su madre, desnudo, así volverá, yéndose tal como vino; nada saca del fruto de su trabajo que pueda llevarse en la mano”” (5, 14). Ojo porque también el dinero y las cosas materiales son “”un don de Dios”” (5, 18), si las usamos como medios y no como fin en sí mismos. Porque sólo Dios es capaz de mantenernos ocupados con alegría en nuestro corazón (5, 20). En el capítulo 6, el autor continúa con esta reflexión.

Lectura Diaria


Ecl 7: prólogo y el pecado.

Ecl 8: prólogo y el pecado.

Comentario


El capítulo 7 comienza con un prólogo donde se compara al sabio (quien reflexiona sobre el sentido de su vida y lo encuentra en Dios) y los necios que viven de vanidad en vanidad (estos son los sabios del mundo pero no los sabios de Dios). Lee la carta de Santiago 3, 13-18. El autor destaca algunas virtudes importantes como la paciencia y la búsqueda de la sabiduría de Dios: “”mejor es la paciencia que espíritu de arrogancia”” (7, 8). La sabiduría es mejor que el dinero: “”Porque la sabiduría protege como el dinero protege; pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría preserva la vida de sus poseedores”” (7, 12). Finalmente, hay que tener en cuenta que es el pecado y el desenfreno de las pasiones quienes nos invitan a vivir de vanidad en vanidad: “”Y hallé más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, cuyas manos son cadenas. El que agrada a Dios escapará de ella, pero el pecador será por ella apresado (7, 26). Acá, el problema no está en la mujer sino en nuestras pasiones desenfrenadas. Esta es la realidad tanto del hombre como de la mujer. En el capítulo 8, el autor nos comparte otra realidad importante, con sólo nuestra fuerzas y nuestros sentidos no podemos descubrir el sentido de nuestra vida. Con nuestra reflexión podemos saber que todo es vanidad y que nuestro corazón tiene un deseo más profundo de felicidad eterna. Pero necesitamos de la ayuda de Dios, que nos revele la plenitud de esta intuición y cómo llegar a alcanzarla: “”oda la obra de Dios, decidí que el hombre no puede descubrir la obra que se ha hecho bajo el sol. Aunque el hombre busque con afán, no la descubrirá; y aunque el sabio diga que la conoce, no puede descubrirla”” (8, 17). En este versículo descubrimos la importancia de la Sagradas Escrituras, donde Dios se revela a los hombres por propia iniciativa de Él, y en particular del Nuevo Testamento, donde Dios se revela, haciéndose hombre como nosotros en Jesucristo para mostrarnos el camino y darnos la gracia para recorrerlo.

Lectura Diaria


Ecl 9: el valor de la muerte y la sabiduría para planear bien nuestra vida.

Ecl 10: el valor de la muerte y la sabiduría para planear bien nuestra vida.

Comentario


En los siguientes capítulos leerás diversos consejos de todo tipo, a veces inconexos. Quédate con los que más te hagan reflexionar.

Lectura Diaria


Ecl 11: el riesgo de ser feliz y comenzar pronto.

Ecl 12: el riesgo de ser feliz y comenzar pronto.

Comentario


El capítulo 11 comienza con un poema que nos invita a no tener miedo y tomar el riesgo de ser felices buscando el sentido de nuestra vida en Dios. Para eso tenemos que seguir las enseñanzas de Jesús en el NT. Recordando que es una tarea diaria que vale la pena y que es 20% nuestro esfuerzo personal y el otro 80% la ayuda de Dios: “la obra de Dios que hace todas las cosas” (11, 5). Esta es una tarea que hay comenzar lo antes posible, cuanto más joven mejor, porque el autor (como Jesús en el NT) nos recuerda que es nuestra obligación porque seremos juzgados por Dios por nuestras obras: “Alégrate, joven, en tu mocedad, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud. Sigue los impulsos de tu corazón y el gusto de tus ojos; mas sabe que por todas estas cosas, Dios te traerá a juicio” (11, 9). En el capítulo 12 tenemos la conclusión, comienza con: “Acuérdate, pues, de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y se acerquen los años en que digas: No tengo en ellos placer” (12, 1). Porque nuestro tiempo en la tierra es muy preciado y corto: “porque el hombre va a su morada eterna” (12, 5), “entonces volverá el polvo a la tierra como lo que era, y el espíritu volverá a Dios que lo dio” (12, 7). El verdadero temor de nuestra vida es haber perdido el tiempo, haber perdido la única oportunidad que Dios nos regaló para encontrar el sentido de la vida en Dios y ser verdaderamente felices. Si esto no lo hacemos, vamos a darnos cuenta muy tarde: “vanidad de vanidades, dice el Predicador, todo es vanidad” en esta vida (12, 8). La invitación final es clara: “teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto concierne a toda persona. Porque Dios traerá toda obra a juicio, junto con todo lo oculto, sea bueno o sea malo” (12, 13-14).

Oración


Señor, gracias por regalarnos el libro del Eclesiastés. Te pedimos que por la intercesión de Jesús nosotros también podamos alcanzar la verdadera sabiduría que procede de ti y en la cual encontramos el sentido de toda nuestra vida y nuestro existir en la tierra. Gracias Señor por venir al mundo para salvarnos a nosotros pecadores. Te pedimos que tu gracia sobreabunde en nuestros corazones dañados por el pecado. Gracias por tu misericordia y paciencia. Te pedimos Señor que nos ayudes a crecer en la santidad y en la pureza de vida. Así junto con María, nuestra Madre y todos los santos, nosotros también podamos usar nuestro dinero y bienes materiales como medios para construir tesoros en el cielo y no en la tierra. Amén.