Carta de Santiago


La importancia de nuestra fe se refleja en nuestra obras.

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Explicación del libro:

La carta de San Santiago es una perla para todo cristiano que quiere vivir la vocación que recibimos en el Bautismo. San Pablo nos recuerda en su carta a los Romanos, que no hay nada externo que nosotros podamos hacer para haber recibido el amor y la misericordia de Dios, manifestada en la pasión, muerte y resurrección de su hijo, Jesucristo. El amor de Dios es gratuito y eterno. En esencia somos justificados por el amor de Dios. La carta de San Santiago nos ayuda a vivir la fe recibida en nuestro Bautismo en nuestra vocación diaria para hacer la voluntad de Dios. Recordándonos que debemos demostrar con nuestra obrar nuestra fe en Jesucristo.

Explicación del libro en contexto:

Desde el comienzo de la carta leemos que Santiago dedica la carta a las 12 tribus de la dispersión o la diaspora de los judíos cristianos que estaban exiliados debido a la persecución que surgió en Jerusalén (Hechos 8:1; 11:19). La carta de Santiago es tradicionalmente asociada entre las 7 “Cartas Católicas” incluyendo: 1 y 2 de Pedro, las 3 cartas de Juan y la carta de Judas. Estas cartas en lugar de ser enviadas a una Iglesia o comunidad individual, tuvieron la intención de circular por varias comunidades cristianas.

Plan de Lectura: Carta de Santiago

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Plan de Lectura - 7 días.

Lectura Diaria:


Stgo 1: Resumen de la carta

Comentario


En el capítulo 1 leemos un resumen de los temas que la carta va a desarrollar en todo el libro. Por ejemplo, vemos temas como: el coraje en los momentos de persecución (1, 2-4; 5, 7-11); la necesidad de sabiduría (1, 5; 3, 13-18); la importancia de la fe (1, 5-8; 5, 13-18); la diferencia entre ricos y pobres (1, 9-11; 2, 1-7; 4, 13 y 5, 6); la importancia de poner la fe en acción (1, 22-25; 2, 14-26) y la necesidad de controlar nuestra lengua (1, 26; 3, 1-12).

Lectura Diaria:


Stgo 2: No debemos discriminar en favor de los ricos ni en contra de los pobres.

Comentario


En el capítulo 2 leemos cómo a pesar de que el mundo muchas veces desprecia a los pobres y los discrimina en favor de los ricos, Dios bendice a los pobres con la fe (2, 5 que va en línea con 1 Cor 1, 26-31). Santiago nos recuerda que la discriminación en contra de los pobres va en contra de la ley del amor (2, 8-13). Los pobres son bendecidos por Dios porque confían en su Padre del cielo que les dará la herencia del reino de los cielos. Este mensaje coincide con las Bienaventuranzas en el Evangelio de Lucas 6, 20 y Mateo 18, 1-4. Dios no bendice la pobreza en sí sino la actitud de los pobres que confían en el amor y misericordia de Dios.

Lectura Diaria:


Stgo 2, 14- 26: El hombre es justificado también por las obras y no por la fe solamente (2, 24)

Comentario


Estos versículos dentro del capítulo 2 son muy importantes y fueron muy problemáticos en la historia de la Iglesia con la reformación de Lutero en 1522, quien creía que este texto estaba en contra de las enseñanzas de San Pablo en su carta a los Romanos. En particular con el pasaje que dice: “Porque pensamos que el hombre es es justificado por la fe, independientemente de las obras de la ley” (Romanos 3, 28).

Si uno lee estos dos textos, uno al lado del otro, parecería que sí están diciendo lo contrario, ¿verdad? Esto mismo pensó Martín Lutero y tomó la decisión de considerar la Carta de Santiago como no inspirada por Dios y la sacó de su canon de libros inspirados por Dios. Este hecho es muy desafortunado, porque es una consecuencia del gran error de leer versículos de la Biblia en forma aislada de su contexto.

Cuando leemos estos dos versículos dentro de su contexto, veremos que en realidad no están en desacuerdo, sino que los dos son complementarios porque se refieren a dos situaciones pastorales distintas. Por ejemplo, hay 3 ideas importantes:

1) Cuando San Pablo habla de la justificación de la fe en Rom 3, 28, está hablando en particular de nuestra fe original que nos lleva a convertirnos a Dios y/o al bautismo. Esta fe que lleva a la conversión y al bautismo es el interés principal de San Pablo en su carta a los Romanos. Por su parte, en su carta, Santiago está hablando sobre la fe del convertido, en otro momento, después del bautismo. Esto es cuando el cristiano vive su fe en la vida cotidiana.

2) Es importante notar que cuando San Pablo niega la justificación por las obras en Rom 3, 28, está refiriéndose a las obras de la ley mosaica. San Pablo dice que nadie puede ganarse la gracia de Dios por seguir la ley del Antiguo Testamento en la Torah, como las antiguas obligaciones religiosas, circuncisión, leyes de la dieta, etc. Santiago por su parte, se refiere a las obras cristianas de la caridad inspiradas por Jesucristo.

3) Cuando San Pablo habla de la conversión de la fe en Rom 3, 28, está hablando en particular sobre nuestra justificación en Jesús cuando en el bautismo nos infunde el Espíritu Santo y la vida de la Gracia. Santiago, no contradice las enseñanzas de San Pablo, sino que las complementa. Santiago se refiere a la continua conversión que necesitamos realizar poniendo nuestra fe en práctica todos los días. A través de estas obras, realizadas con la gracia de Dios, no solo demostramos en la práctica nuestra fe (en teoría), sino que ¡realizamos nuestra vocación que recibimos por la gracia de nuestro bautismo!

Lectura Diaria:


Stgo 3: El llamado a la virtud de la prudencia antes de hablar y la necesidad de la virtud de la sabiduría para actuar.

Comentario


En el capítulo 3 leemos la importancia de nuestra responsabilidad por lo que hacemos. Santiago nos enseña que tenemos que tener la sabiduría de los hijos de Dios que por las buenas obras son capaces de vivir la vida buena que lleva a la felicidad, en contra de las obras que vienen de los que copian la “sabiduría del mundo”, la cual no nos lleva a nuestra propia felicidad. Además, en el camino para vivir nuestro bautismo lo que decimos es parte de nuestras acciones y cada palabra que sale de nuestra boca tiene el poder sanar y construir o de hacer mucho daño.

Lectura Diaria:


Stgo 4: Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes (4, 6).

Comentario


El capítulo 4 comienza mostrando que las discordias y las guerras son síntomas de nuestras propia guerra espiritual entre las tentaciones del mundo y el desenfreno de nuestra pasiones y la voluntad de Dios. Tenemos una decisión personal que hacer: ser amigos de Dios o amigos del mundo.

Santiago nos enseña que para ser amigos de Dios nuestra obras dependen de la virtud de humildad, por la que nos ponemos en las manos de Dios como sus hijos necesitados de su gracia y amor. La actitud contraria a la humildad es la soberbia, que es vivir pensando que no dependemos de Dios en nada.

Lectura Diaria:


Stgo 5: las riquezas no nos liberan del sufrimiento ni de la muerte.

Comentario


En el último capítulo Santiago nos enseña que el vicio de la soberbia va unido a la actitud de que las riquezas son el fin de nuestras vidas. La acumulación de bienes materiales no nos libera del sufrimiento y ni de la muerte. Sólo con la fe en Dios encontramos sentido al sufrimiento y a través de la oración entramos en comunión con el Padre, para imitar a Jesús con la inspiración y la gracia del Espíritu Santo.

Oración


Señor, gracias por regalarnos la carta de San Santiago. Gracias Señor por sufrir y morir por nosotros en la cruz para salvarnos. El fruto de tu pasión y tu cruz fue tu resurrección. San Pablo nos enseña que el fruto de tu resurrección es la gracia de la fe que, a través del bautismo, nos libera del pecado original, nos hace tus hijos e hijas adoptivos, nos llena del Espíritu Santo y nos invita a servirte todos los días de nuestras vidas. San Santiago nos enseña que la fe que recibimos en el bautismo, la hacemos crecer cada día al ponerla en práctica en nuestra obras cotidianas. Regálanos Señor Jesús la virtud de la humildad para vivir necesitados de tu gracia y el don de la sabiduría para hacer siempre la voluntad del Padre con la fuerza del Espíritu Santo. Amen.