2º Carta a los Tesalonicenses
La voluntad de Dios es que por nuestro trabajo diario realizado con amor nos santifiquemos y logremos alcanzar nuestra salvación.
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Explicación del libro:
La Segunda carta a los Tesalonicenses destaca la importancia de trabajar constantemente. No solo necesitamos un trabajo para ganarnos el sustento de nuestra vidas y la de nuestra familia (3, 10-12), pero también debemos trabajar para alcanzar nuestra propia salvación y la de nuestros seres queridos. San Pablo describe la importancia de crecer en la perseverancia y en la fidelidad de vivir nuestra fe diariamente. Se cree que la carta fue escrita por San Pablo poco después de haber enviado la primera carta a los Tesalonicenses y probablemente desde el mismo lugar (Corinto). En la segunda carta hay una referencia explícita a la comunicación anterior por carta (2, 15). Por estos datos se cree que la carta fue escrita entre los años 50- 51 D.C. Este es un dato muy importante porque indica que si la carta a los cristianos de Tesalónica es el primer documento del Nuevo Testamento que existe, ¡la segunda carta es también una de los primeros documentos escritos que se conocen de San Pablo! El objetivo de la carta es continuar el mensaje de la primera carta en particular con lo referente a la segunda venida de Jesucristo. San Pablo aprovecha esta segunda carta para corregir a aquellos que, por creer que Jesucristo estaba por volver pronto, vivían de una manera desordenada y sin trabajar. San Pablo destaca en esta carta la importancia del trabajo para ganarse el propio sustento (3, 10) y de la caridad con los demás (3, 13-15.)
Explicación del libro en contexto:
La ciudad de Tesalónica fue fundada en el 316 A.C. y era la capital de la provincia romana de Macedonia, era un puerto importante del mar Egeo. Pablo llegó a esa ciudad en el año 50, durante su segundo viaje misionero. Allí fundó una comunidad cristiana compuesta en su mayor parte de paganos convertidos a la fe. Pero su permanencia en Tesalónica fue muy breve, ya que debido a la oposición de los Judíos debió abandonar la cuidad precipitadamente (Hechos 17, 1- 15). A su salida, la comunidad quedó sola en medio de la persecución y con una insuficiente formación religiosa. Preocupado por la suerte de los cristianos, Pablo les envió a Timoteo, desde Atenas (3, 1-5). Al regreso de Timoteo, éste trajo a San Pablo noticias muy alentadoras: la comunidad se había mantenido firme en la fe y recordaba Pablo con afecto. Sin embargo, algunos esperaban con impaciencia la venida del Señor y se negaban a trabajar, resultando una carga para los demás. Otros estaban preocupados, porque suponían erróneamente que los cristianos que ya habían muerto no iban a estar presentes cuando viniera el Señor. Para responder a estas inquietudes, San Pablo escribió esta carta poco después de su llegada a Corinto.
Plan de Lectura: Segunda Carta de San Pablo a los Tesalonicenses
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Plan de Lectura - 4 días.
Lectura Diaria:
2 Tesalonicenses 1: Saludo inicial, acción de gracias, felicitaciones y la venida del Señor.
Comentario
Al comienzo de la carta leemos sobre el saludo de los servidores: Pablo, Silvano y Timoteo a la comunidad cristiana de Tesalonicenses (1, 1-2). Luego leemos la oración y la acción de gracias de San Pablo a la comunidad, felicitándolos por su “constancia y la fe con la que soportan las persecuciones y contrariedades” (1, 4-5). El mensaje es muy importante también hoy: los sufrimientos en la vida presente unidos a Jesucristo nos ayudan a crecer en la fe. Finalmente, San Pablo une esta enseñanza con el juicio final que se realizará cuando Jesucristo vuelva por segunda vez. Acá vemos claramente un aspecto fundamental de la teología de San Pablo: Dios es justo, y como justo juez en el día del juicio final nos pagará a cada uno según nuestra acciones y según nuestra fidelidad en la fe. Por eso incluso el sufrimiento en la vida presente tiene un sentido redentor, con el poder para santificarnos personalmente y a nuestra comunidad (padres, hijos, hermanos, amigos, etc) (1, 6-12).
Lectura Diaria:
2 Tesalonicenses 2: Advertencia contra falsos anuncios, señales y exhortación a la perseverancia.
Comentario
En estos versículos del capítulo 2 leemos como San Pablo nos advierte de los falsos profetas que dicen saber cuando es el día final. ¡Esto es un un engaño! San Pablo describe algunas señales que pasarán antes de la segunda venida de Jesucristo: la decadencia en la fe por la acción del satanás y todos sus engaños. Pero al final Jesucristo lo destruirá (2, 3-12). Finalmente, leemos como no debemos preocuparnos tanto por el día final, sino por la manera en la cual nosotros debemos vivir diariamente. En realidad, el premio que recibiremos en el juicio final dependerá de nuestra perseverancia diaria a nuestras tradiciones. Que importante es esta idea, nuestras tradiciones cristianas son dos y muy importantes: las escritas en las Sagradas Escrituras, y las orales, en la riqueza de la Tradición de la Iglesia Católica.
Lectura Diaria:
2 Tesalonicenses 3: La importancia de la fidelidad y el trabajo diario en nuestra santificación personal.
Comentario
En el capítulo 3 San Pablo nos recuerda que Jesucristo es fiel y el es la fuente de nuestra propia fortaleza y perseverancia. Jesucristo nos liberará del poder del maligno (satanás) (3, 1-5). Finalmente, San Pablo, nos recuerda que debemos mantenernos alejados de la vida ociosa. Se dice que el ocio es la fuente de todos los vicios y pecados. Es por eso que es tan importante trabajar constantemente. No solo necesitamos un trabajo para ganarnos el sustento de nuestra vidas y la de nuestra familia (3, 10-12), pero también debemos trabajar para alcanzar nuestra propia salvación y la de nuestros seres queridos. Por eso no nos cansemos nunca de hacer el bien por amor, del cual obtendremos la paz. ¡Sigamos creciendo en la oración diaria para obtener la gracia de Dios por la intercesión de Jesucristo! (3, 13-18).
Oración
Señor, te pedimos que por la intercesión de San Pablo nosotros también podamos recordar cada día que nuestro premio en el juicio final dependerá de nuestra fidelidad y nuestra perseverancia en vivir la fe en Jesucristo diariamente. Es por eso que a través de nuestro trabajo diario nos santificamos. Te pedimos Señor que nos ayudes a hacer todos las cosas con amor, aún las más insignificantes. El trabajo es el medio por el cual avanzamos en nuestra propia salvación. Te pedimos Señor que nos regales el pan de cada día: un trabajo digno para ganarnos el sustento de nuestra vidas, y también la gracia de poder trabajar constantemente por nuestra salvación y la de nuestra familia y seres queridos. Ayúdanos Señor a no cansarnos nunca de hacer el bien por amor. Ayúdanos a crecer en la oración diaria para obtener la gracia de Dios. Amén.