“Una mujer vestida de sol con la luna bajo sus pies” Ap 12, 1

¿Por qué Jesús llama “mujer” a su Mamá?

En el evangelio de Juan, Jesús le llama a María varias veces mujer. Y es el único texto de la antigüedad en el que un hijo llama así a su Mamá.

¿Es una realidad que Jesús haya llamado así a María siempre?

Los evangelios no nos dicen que le haya llamado mamá, pero tampoco ofrecen muchos detalles más, por ejemplo sobre san José, su infancia o juventud. Personalmente creo que Jesús llamó de modo más cariñoso a su Mamá, pero la intención de Juan es muy distinta. Los evangelios no nos dan una narración de la vida de Jesús. Nos presentan la Buena Nueva, que es el mensaje central del Cristianismo.

¿Por qué Juan usa esta Palabra “mujer” para hablar de María?

Es algo un poco misterioso, pero hay una razón bastante lógica que nos puede ayudar. Juan, tanto en el evangelio como en el Apocalipsis, usa palabras con un simbolismo muy grande. Y con una base veterotestamentaria de gran calado.

Juan al hablar de María usa mujer. El Génesis al hablar de Eva, la primera, la llama mujer.  “De la costilla que Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre (Gn 2, 22).” Eva es la primera mujer hecha a imagen y semejanza de Dios así como el varón. Pero un poco más adelante en el Génesis encontramos un episodio no tan agradable. El hombre y la mujer pecaron y hubo una ruptura en la relación con Dios de toda la humanidad. Herida que Cristo vino a restaurar. (No dejes de leer este pasaje Génesis 3.)

María la Nueva Mujer

La Virgen María ha sido considerada desde los primeros siglos “la nueva Eva”. Un título que mejor podría decirse “la nueva mujer”. Porque así como por Eva nos vino la ruina, por María nos viene el Redentor. Así lo expresa el documento del Concilio Vaticano II, Lumen Gentium citando a san Ireneo:

“Por eso no pocos Padres antiguos afirman gustosamente con él en su predicación que «el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María; que lo atado por la virgen Eva con su incredulidad, fue desatado por la virgen María mediante su fe»; y comparándola con Eva, llaman a María «Madre de los vivientes», afirmando aún con mayor frecuencia que «la muerte vino por Eva, la vida por María» ” 56.

Así María llega a ser para todos los hombres Madre. Y toma el lugar de Eva como la nueva mujer.

Una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza

El capítulo 12 del Apocalipsis nos presenta siete visiones misteriosas, apocalípticas. Muchos de los personajes que aparecerán aquí en las visiones, volverán a aparecer más adelante. La primera visión que es la de la mujer y el dragón.

Te invito a recorrer este pasaje, Ap 12. Podríamos leer todo el capítulo donde se desarrolla la imagen, pero por ahora nos centraremos en esta parte para poder descubrir estas palabras tan ricas de significado.

Esta escena que parece ser de fantasía. Una escena llena de misterio y preciosa.

“Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; está encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz. (Vv 1-2)”

La lectura de este versículo me hace pensar siempre en la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Una mujer con el sol detrás y la luna bajo sus pies y con el manto de las estrellas. La Madre de Dios, que está encinta. Algo impresionante.

Pero también nos viene a la mente un sueño famoso de José el soñador. Cuando sueña que el sol, la luna y doce estrellas se inclinan ante él. Una imagen clara del pueblo de Israel (cfr. Gn 37,9).

¿A quién se refiere el texto? ¿A María, a Israel o a las iglesias? Una interpretación plausible es que al representar a Israel se hablaba del Pueblo de Dios, que con la venida de Cristo es la Iglesia, la Iglesia naciente de ese entonces. Pero también podemos ver una imagen de María. O tal vez, más bien, la imagen de María que es imagen de la Iglesia, Pueblo de Dios.

La Santísima Virgen María es y ha sido vista desde los primeros tiempos del Cristianismo como imagen de la Iglesia. Así nos lo recuerda el mismo Concilio:

“Como ya enseñaba San Ambrosio, la Madre de Dios es figura de la Iglesia en el orden de la fe, de la caridad y de la perfecta unión con Cristo.” 63

Después de una larga discusión, ya para terminar el concilio Vaticano II, el Papa san Pablo VI proclamó la advocación de María como Madre de la Iglesia. María es considerada como imagen de la Iglesia y Madre de ella.

María y la Iglesia contra el Dragón

“Y apareció otra señal en el cielo: un gran Dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas. Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra. (Vv 3-4a)”

En el Apocalipsis aparecen varios símbolos del maligno. En este capítulo tendremos un dragón, una bestia y luego una segunda bestia. Cada una como anti-personas de la Trinidad. El dragón es el opuesto del Padre, la primera bestia el anticristo y la segunda bestia el contrario del Espíritu Santo.

Aquí, al inicio del capítulo 12, es el dragón, el anti-Padre, que nos recuerda a esa serpiente del paraíso (Génesis 3) que hizo caer a la mujer. Pero, en el mismo capítulo de la caída, Dios mismo promete que la mujer, la Nueva Eva, pisará la cabeza de la serpiente (cfr. Gn 3, 15).

También este dragón con siete cabezas puede referirse a Roma, la ciudad de las siete colinas. La ciudad de los césares y que es llamada, en este libro, también como “la prostituta”.

“El Dragón se detuvo delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a luz. La mujer dio a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono. (Vv 4b-5)”

La mujer dió a luz a su Hijo. Una alegría incomparable para toda mujer. Pero, en este caso, con una amenaza tremenda. Tenemos en mente las dos imágenes de esta mujer, la Iglesia naciente, y María que, como lo predijo Simeón (Lucas 2,29-32) fue atravesada por la espada del sufrimiento. Y vemos cómo desde el inicio María tiene que huír con José y el Niño Jesús para Egipto, pues Herodes manda matar a todos los niños de la zona intentando matar a Jesús (Mateo 2, 13-18).

Este Niño que nace es rey sobre todas las naciones y toda la creación. ¿Quién será la reina? En el antiguo oriente la reina es la Madre, pues los reyes tenían varias mujeres. Por ello esta Mujer es la Reina también de cielos y tierra. Por ello es la que lleva esa corona de doce estrellas sobre su cabeza.

“Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios para ser allí alimentada 1.260 días. (V 6)”

¿Qué es lo que significa este número? 1260 días son 3 años y medio. No tiene mucho sentido a primera vista, pero es el tiempo que el libro de Daniel (7, 25 y 12, 7) dice que durará el tiempo de lucha del demonio contra Dios. Una alusión más al Antiguo Testamento que nos indica un tiempo no preciso, pero que terminará.

El Desierto es el lugar del Éxodo, el lugar de purificación y encuentro con Dios, de intimidad con Él donde recibe la Alianza en el Sinaí. Un lugar difícil, no de comodidades, pero preparado por Dios para ella.Una persecución de las primeras comunidades que pasará. Así como la huída de María a la Egipto para María.

Hemos ido poco a poco y tal vez de modo rápido, sin explicar cada detalle y sólo abriendo el apetito para más…

Te invito a leer no solo estos pasajes. Atrévete a hacer toda la aventura por los textos de san Juan. ¡No te arrepentirás!